Fue el jefe del bloque del Pro en Diputados, Nicolás Massot, quien habló de darle “una segunda oportunidad legislativa" al proyecto de reforma previsional que impulsa el macrismo; “oportunidad” que se concretaría el lunes próximo.

No obstante, ya se sabe que Mauricio Macri tiene un as bajo la manga, con el que busca sí o sí hacer avanzar el ajuste: si la cámara baja no aprueba el proyecto que tiene media sanción del Senado, lo sacará por decreto de necesidad y urgencia.

Vale advertir, sin embargo, que un DNU podría causar una grave crisis política al interior del oficialismo, tanto por la oposición que ya manifestó la mismísima Elisa Carrió como un eventual revés judicial. Sin contar la ola de protestas que podría desatar.

Todos los cañones, entonces, apuntan al lunes y a la “nueva oportunidad legislativa” para el proyecto, de modo el ministro del Interior, su par de Hacienda y el vicejefe de Gabinete serán los encargados de reunirse y reclamar garantías a los gobernadores más cercanos al macrismo.

Así, Rogelio Frigerio , Nicolás Dujovne y Mario Quintana, respectivamente, se encontrarán en las próximas horas con los mandatarios Domingo Peppo (Chaco), Omar Gutiérrez (Neuquén), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego).

Los funcionarios nacionales volverán entonces a presentar su plan de extorsión: que los diputados nacionales de esas provincias den quórum y voten positivamente por ajustar las jubilaciones y pensiones a cambio de distribuir más dinero entre esos distritos.