Avelluto hizo una carrera mostrándose disruptivo y contestador. Pero así como él lo hace, no le gusta que las acusaciones caigan sobre él mismo.

En la inaguración de la Feria del Libro representantes de la industria llevaron sus reclamos a la sala donde daba el discurso. Lejos de escuchar y dar respuesta a los pedidos de una actividad que se ve seriamente afectada por la crisis económica, prefirió ponerse en víctima y atacarlos acusándolos de autoritarios.