Como reconoció Ricardo Gil Lavedra en declaraciones radiales, esta alianza "de centro, centroizquierda", como la calificó, oscila en términos de "resultados electorales" y de "pureza ideológica", y dependiendo el lado más pesado de la balanza entrará o no el macrismo a FAUnen.

Según el dirigente radical, "donde se privilegie la posibilidad de un resultado electoral, se va a pretender que Macri ingrese" a la alianza de Cobos, Carrió, Juez, Prat Gay, Binner, Solanas, Donda y Cía.

Y "los que pretendan que Unen se mantenga con cierta pureza ideológica, van a decir que el país no termina en 2017, hay 2017, 2019...", añadió Gil Lavedra.

Mauricio Macri, en efecto, parece ser la divisoria de agua entre unos y otros: los que vacilan más a la derecha y privilegian intereses meramente electorales, y los que aún siéndolo -como Cobos y Prat Gay-, buscan no quedar pegados al derechismo que claramente representa el Pro.

Y nadie oculta esas diferencias. Y nadie oculta, siquiera, las profundas diferencias político-electorales que separan a cuantos han decidido amontonarse, como de demuestra con los títulos cotidianos que brindan a la prensa.

Lo que hace suponer que a esa alianza podría entrar cualquiera, o casi. Porque los une el espanto.