"Juegan a primero yo, y después a también yo, y a las migas para mi...", reza la canción El Tesoro de los Inocentes, del primer cd solista del Indio Solari.

No es tan difícil de entender a quién va dirigida la frase.

Que los ricos paguen más impuestos parecía hace un tiempo un debate exclusivo de las sociedades de los países en desarrollo.

Debido a la crisis mundial a la que la "timba financiera" empujó principalmente a Europa y Estados Unidos, y sin socialismo ni gobiernos comunistas de por medio, desde el presidente Barack Obama hasta los legisladores franceses y españoles intentan recategorizar los impuestos de los más pudientes.

Y ojo que no se prevée aumentar ni siquiera dos dígitos los tributos para quienes debieran ser los grandes aportantes. Los intentos en los diversos países no llegan a un 5% de alza en las cargas, en rubros como gastos en viajes, automóviles de lujo o grandes mansiones.

Pero no hay caso por ahora, los grandes empresarios, quienes más ganan, andan siempre con una excusa a flor de labios para evadir impuestos. Sus tretas, sus miserables estrategias de triangulación y sus boletas es lo único que los iguala con los pueblos: todo cuanto pagan en ventanilla.