Además de gestionar una pandemia, el gobierno tiene que lidiar con el fuego amigo o las críticas de los aliados, según se lea este reclamo. A las tensiones que se dieron en la cartera de Economía por las tarifas energéticas, ahora hay que sumar a los movimientos sociales.

Esta semana el Gobierno anunció que triplicará los montos de las tarjetas Alimentar, con la que el Estado asiste a los sectores más golpeados por la pandemia, con dinero para comprar en supermercados.

Y quienes pusieron el grito en el cielo fueron los más inesperados. El dirigente de la CTEP, Juan Grabois, y el funcionar Emilio Pérsico cuestionaron el modo de distribución. 

"Del presupuesto de 300 mil millones de pesos, un punto y medio se va a la patria financiera, eso es un escándalo, es terrible", cuestionó Juan Grabois en radio Con Vos, sobre la forma en que parte del costo financiero de las tarjeta lo absorbe la banca. 

En tanto, el secretario general de la Utep, Esteban "Gringo" Castro, dijo que "cada vez que el gobierno asiste se lo come el aumento de tarifas y de alimentos"."Esto ya nos está generando tensiones con el gobierno", contó en FM La Patriada. 

Por su parte, Emilio Pérsico, quien tiene cargo de funcionario del Gobierno y participa de los actos oficiales, se quejó: "Nos escuchan pero no nos ven. La tarjeta es pan para hoy y hambre para mañana. El gasto en ayuda directa, la tarjeta Alimentar, nos incluye como consumidores, pero eso no es inclusión social, la única inclusión es el trabajo". 

Las declaraciones se dan en el marco de las tensiones que hay entre los movimientos sociales y Desarrllo Social por el control y el modo de reparto de los fondos estatales para asistencia.