El primer trimestre del Gobierno de Mauricio Macri deja ver que los ajustes no solo se dieron en los transportes, en los servicios y en los combustibles, sino también en el gasto público.


En este tiempo se gastaron tan solo 30 de los 1.641 millones destinados al presupuesto para la urbanización de villas durante este año. Un número mucho menor a comparación del gasto del año pasado. Pero, como contracara, el Gobierno sí gastó unos 62 millones en productos de papel, cartón e impresos, durante el mismo período.

Lo mismo sucedió con otros sectores y programas como por ejemplo el de Desarrollo de la infraestructura habitacional Techo Digno, creado para la construcción de viviendas en barrios precarios. 

El Gobierno gastó solo 509 de los más de 12 mil millones de pesos con los que cuenta de presupuesto, o sea, 1.200 menos que en el mismo período pero de 2015. Esto representa una caída del 92.5% interanual.

Por otra parte, el programa Acciones para el mejoramiento habitacional e infraestructura básica, que se encarga de otorgar a los barrios más carenciados las obras para el acceso a los servicios básicos, no ejecutaron un solo peso de los 3.500 que tienen asignados.

Sim embargo, a esta altura del año pero de 2015, el Gobierno de Cristina había invertido 820 millones de pesos. Lo mismo, sucede con Fortalecimiento Comunitario del Hábitat, que tampoco registró egreso alguno.

Esto tiene que ver con una política del nuevo gobierno de ajustar el gasto público, lo que se ve evidenciado en el ministerio del Interior y Obras Públicas que conduce, Rogelio Frigerio.

En esa cartera, se utilizaron solo 2.359 millones de los 50.417 que tiene asignada. De esos gastos, el área de Vivienda y Urbanismo ejecutó sólo 446 millones, un 1% sobre el total asignado, mientras que a marzo de 2015 ya se habían invertido más de 6200 (22% del total).

Pero los antecedentes de Mauricio Macri en este sentido, explican un poco mejor la actualidad. Durante su gestión en la Ciudad, tuvo los porcentajes más bajos en materia de urbanización de villas y asentamientos. De hecho, en 2005 llegó al mínimo histórico en inversión con apenas el 0.6 del presupuesto.