El paro del 6 de abril y el pedido de recomposición del salario mínimo vital y móvil (SMVM) para que cubra la canasta básica (valuada desde la propia CGT en 14 mil pesos), parece quedar cada vez más lejos. Ahora, el triunvirato que dirige la central obrera maneja un tono más moderado y busca aceitar canales de diálogo con el Gobierno. En otras palabras, se muestran dispuesto a cerrar un porcentaje de aumento más bajo para el SMVM, que hoy está en un magro 8.060 pesos. 

Según contó esta mañana el periodista de La Nación, Nicolás Balinotti, "hay una negociación en marcha con (Jorge) Triaca y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, para que el aumento del salario mínimo esté en línea con la media de las paritarias". Es decir, entre el 20 y el 25 por ciento. 

En ese sentido, el número de aumento del mínimo podría estar en la línea de los diez mil pesos, bastante por debajo de lo necesario para cubrir las necesidades elementales de una familia.

El SMVM fija la pauta salarial para todos aquellos trabajadores en blanco que no tienen convenio propio. Además, suele volverse una referencia para el mundo del trabajo en general. Sobre todo si se considera el gran porcentaje de informalidad laboral y de empleados monotributizados. 

El otro dato que preocupa en la confección de este número -que se acuerda entre sindicatos, cámaras empresarias y el Gobierno- es que el ritmo inflacionario no ha cesado y todo indica que superará las predicciones del Banco Central, que lo habían fijado para este año en un 17 por ciento. Un número que a todos luces será superado antes de diciembre. 

El Consejo del Salario se reunirá el mes que viene, pero las negociaciones comenzaron antes de que los actores se sienten en la mesa.