En la noche del jueves sucedió un hecho extraño en medio de la función de la obra de teatro independiente "La Noche en que Pepe Arias Veló al Fiscal" (sobre la muerte del fiscal Nisman) en el teatro La Máscara.

Tras una denuncia, la Justicia contravencional porteña y la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal "intimaron" al dramaturgo Carlos Balmaceda a entregar el guión de su obra. Balmaceda es director y protagonista y ayer en el ciclo de Gustavo Sylvestre en Radio 10, contó que "no entregué los guiones porque me parece un acto de censura y porque, además, si los quieren, los pueden ir a buscar a la sociedad de guionistas, Argentores".

Balmaceda contó que recién "el lunes me voy a enterar quién está detrás de la denuncia por ‘discriminación y propaganda’".

El requerimiento judicial indica que la orden fue dada por la Fiscalía Penal y Contravencional de Faltas 22 –Discriminación- por una posible violación del artículo 3 de la ley 23.592, que penaliza la propaganda que tenga “por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa”.

Balmaceda no fue informado de quién le hizo la denuncia pero aclara que el espectáculo que refiere a Nisman –y que fue estrenado el 18 de julio pasado, fecha del 25º aniversario del atentado contra la AMIA- no tiene nada que ver con la discriminación ni el antisemitismo.

Según describió, la obra habla sobre “el fiscal, la invención sobre su muerte y las versiones que insisten en el comando iraní venezolano”. Tiene “una parte musical” y “está sostenida sobre el humor negro, el sarcasmo y la ironía”. Desde esa perspectiva, “yo salí a dar una respuesta teatral sobre e ese hecho y sobre la voladura de la AMIA”, explicó.

Como si fuera poco, “La noche en que...” se presenta con una dedicatoria previa a los hermanos Salomón, que habían sido detenidos tras ser acusados por el Ministerio de Seguridad como presuntos “terroristas de Hezbollah. También “a la memoria del ex canciller Héctor Timerman y a la lucha del heroico pueblo palestino”, enumeró el director. “Es más –añadió-, los policías vieron la obra, les gustó, y deslizaron que no les pareció discriminatoria.”

Balmaceda sostuvo que uno de los motivos por los que no entregó el guion es porque “se trata de un material que es de público acceso” que está en la sede de la Sociedad Argentina de Autores (Argentores), donde fue registrado.