-¿Julito, querés que te ayudemos en la marcha judicial del miércoles? –le ofrece, diligente, Gerónimo Venegas a Julio Piumato– Tenemos varios hijos de los peones rurales en negro, que los usamos para estas cosas en el gremio. Todo legal, eh. En blanco, les pagamos seguro por riesgos de trabajo y todo, por si se ligan algún cascotazo.

-Y bueno, dale, Momo. Nos va a venir bien –acepta el secretario general de la U.E.J.N.–. Estamos complicados. A quienes esta vez estamos convocando al paro y marcha al Palacio son sectores del personal que nunca se han movilizado por nada, y a los que sólo les preocupa no pagar ganancias. Si fuera a los trabajadores de siempre, concientes, que quieren una Justicia justa, accesible al pueblo, rigurosa con los poderosos y no con los pobres como ha sido siempre, sería más fácil. Pero ellos no van a parar esta vez. Ellos apoyan a Cristina. Los nuestros son ahora los de la reacción.

-Lo primero: echalos de las asambleas. Si se te ponen a hablar te escupen el asado, Cabezón. Haceme caso, a los zurdos hay que correrlos antes de que empiecen a caminar. –instruye el pejotista de la UATRE, rozando el macartismo más viceral.

-Obvio, nene. No soy nuevo en esto.

-¿Y a la Asociación de Magistrados no le pedís gente? –acota Venegas, siempre listo para dar ideas.

- De eso se encarga Recondo. Me dijo que sí.

-Te llaman de Radio Mitre; ¿podés salir ahora? –acota la empleada de prensa.

-Chau Momo. Me voy a TN, ahí están locos de contento conmigo y son más complacientes. Hoy me agarraron a la mañana Víctor Hugo y Cinthia García, y se me complicó. Gracias, compañero.