Si bien nadie está obligado a declarar en su contra, José López ya no tiene un impedimento médico, o al menos eso es lo que dice el cuerpo de forenses de la cárcel de Ezieiza adonde se encuentra alojado el ex secretario de Obras Públicas.

Mientras tanto se analiza si será trasladado o se le tomará declaración en el mismo penal.

Ahora queda por ver si José López aceptará declarar o volverá negarse a hacerlo. La semana pasada, cuando debía presentarse ante el juez federal Daniel Rafecas, el ex funcionario empezó a golpearse la cabeza contra la pared.

López tiene hoy dos causas abiertas en su contra: una, que data de 2008, por enriquecimiento ilícito y otra abierta la semana pasada por tenencia de un arma con licencia vencida al momento de su detención en las afueras de un convento de General Rodríguez. De la primera se encarga Rafecas, mientras que la segunda está en manos del juez Castro.