Ya todo es muy obvio. El propio jefe de Gabinete, alejado de cualquier indicio de transparencia que le quedaba al Gobierno de Macri, se niega a entregar documentación en la causa por Vialidad, que tiene a CFK en el banquillo. 

La Justicia tuvo que reiterar una vez más el pedido de informes sobre los actos de gobierno por los cuales se reasignaron partidas presupuestarias. 

Esto permitiría demostrar que la expresidenta jamás favoreció a las empresas de Lázaro Báez y que las reasignaciones tenían carácter general. 

Primero, el Tribunal Oral le dijo a la defensa que estas pruebas las tenían que buscar por sus propios medios, en una actitud más que vergonzosa y extraña. 

En segundo lugar, y después de tres meses de trabajo, la defensa de Cristina le informó al TOC que los organismos oficiales no permitían el acceso a la base de datos: una actitud cuasi a la de un niño caprichoso. 

En consecuencia, la Justicia tuvo que pedir al Ejecutivo, ya en varias oportunidades, la documentación necesaria para el juicio. Pero Marcos Peña sigue haciéndose el distraído. 

Al día de la fecha y pese a que el juicio ya está iniciado, Peña Braun aún no cumplió con la remisión de la documentación que le fue reclamada hace ya más de un mes.