Todo depende de quien lo haga en el mundo de la exministra de seguridad. Cuando su gobierno lo hacía y decía abiertamente que identificaban a grupos políticos por las redes estaba bien. Incluso hubo personas con problemas judiciales y hasta detenidos por haber expresado un opinión en redes sociales.

Algunos ejemplos son los de Maribel Durand, que fue juzgada en 2016 tras descargar su furia por haber sido despedida del Ministerio de Desarrollo Social, y el estudiante de periodismo Iván Errecart, que fue detenido por “amenazar e insultar” al expresidente Macri en sus redes sociales.

Pero si el gobierno ahora dice que quiere medir el humor social en las redes para la jefa del Pro es persecución política.