El extitular de la AFI, Oscar Parrilli, procesado por el juez Ariel Lijo por el supuesto encubrimiento a Ibar Pérez Corradi, por lo cual el fiscal Guillermo Lijo pidió que se lo detenga, brindó una conferencia de prensa en la que habló de una “triple infamia” integrada por “medios de comunicación, sectores de la Justicia y los servicios de Inteligencia”.

“Estamos en un estado de emergencia democrática”, dijo el exfuncionario, señalando que el procesamiento como el pedido de detención tienen una “clara intención de hacer una persecución política” sobre dirigentes políticos opositores.

Tras señalar al exespía Antonio ‘Jaime’ Stiuso “está detrás de todo esto”, Parrilli aseveró que se lleva a cabo “espionaje político pero no sobre mí sino sobre la Presidenta” Cristina Fernández de Kirchner, ya desde 2015. Todo lo cual tiene una “clara intención de hacer una persecución política”.

“Lo que quieren hacer es seguir atemorizando”, dijo, subrayando que "estamos en una situación de una democracia condicionada” porque “hay poderes que están obstaculizando la libertad, la intimidad y la seguridad de los argentinos".

Parrilli también denunció que hubo una "violación de la ley cuando se dejaron trascender escuchas telefónicas a mi teléfono particular", en las que habla con Cristina Fernández.

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