A Nicolás Wiñazki se le podrán decir muchas cosas, pero nadie podrá criticar la forma en que dice verdades y mentiras: siempre pone la misma cara.

Muy suelto de cuerpo sostuvo, mirando a cámara, que no existe la necesidad de cuidarse de la segunda ola y que no existe un colapso sanitario, sino que todo está en la cabeza del presidente que solo quiere asustarnos.

Aparentemente para Wiñazki debe haber una conspiración mundial ayudando a Alberto para que parezca que existe una pandemia con contagios masivos cuando en realidad la cosa no es tan grave.