Después de la visita de Alfredo Casero al programa de Fantino donde dejó algunos conceptos desagradables el dueño del teatro en Salta donde el "humorista" iba a presentarse decidió cancelar la función.

Pero esta decisión nada tuvo que ver con la estupidez del flan sino con con haber puesto en duda la identidad de los nietos recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo. 

"Muchos me cuestionaban por traerlo", apuntó el dueño de la sala, Humberto Colautti, justamente nieto recuperado por Abuelas. "Sé lo que es la restitución de un nieto, me tocó en carne propia, por eso me dolió especialmente", argumentó.

Para La Nación el negacionismo de Casero es sólo "una opinión política"

Pero para el diario La Nación el negacionismo de Alfredo Casero es una "opinión política por la que se quedó sin teatro en Salta". 

Dudar de la identidad de los nietos recuperados es como negar que la última dictadura civico militar secuestró mujeres embarazadas y las obligó a parir en centros clandestinos de detención. Y es negar el trabajo por los Derechos Humanos que desde hace años lleva adelante Abuelas y su titular, Estela de Carlotto, quien sigue siendo postulada año tras año al Premio Nobel de la Paz.

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