Tiene que responder a su papel, la de la dura entre los duros. Así, sobreactuando su rol, armó un personaje que los medios hegemónicos compraron y un núcleo duro de los votantes de Juntos apoya.

Para hablar del asesinato de Lucas debió meterse con sutileza para no dañar a Horacio Rodríguez Larreta, un adversario interno pero con el cual es temprano para pelearse públicamente.

Así que si bien apuntó a la conducta de los tres agentes involucrados, no quiso dejar pasar una de las suyas y señaló a un supuesto cambio de filosofía en la Policía porteña lo sucedido.