Aunque desde los medios intentaron utilizar pasajes de las conversaciones entre Oscar Parrilli y la expresidenta Cristina Fernández para buscar golpes de efecto mediático, en lo sustancial, la investigación cae por no tener sustento de acusación.

Ninguna de las frases que desde distintos portales intentaron vincular con actividades ilegales, sirven según la observación de la justicia, para sospechar de delito alguno. Fue la propia expresidenta, a través de Twitter, la que dejó en claro que la causa sirvió circunstancialmente para 'pinchar' el teléfono del entonces colaborador presidencial.

Los tuits de Cristina después de la "falta de mérito"