La VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac, que se efectua en Argentina, con el destacado regreso de Brasil al foro regional, desencajó a la oposición y enfureció al macrismo. 

En ese marco, la alianza macrista de Juntos por el Cambio lanzó distintas denuncias contra los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Miguel Díaz Canel; y de Nicaragua, Daniel Ortega (a los que calificaron de “dictadores”).

Sin embargo, en 2016, el expresidente Mauricio Macri envió a su vice, Gabriela Michetti, como representante del Estado argentino a la cumbre de la Celac celebrada en Ecuador, cuando su presidente era Rafael Correa. 

Michetti, en dicho foro, también estuvo en la foto “de familia” en la que estuvieron los ahora denostados Maduro, Ortega y los representantes cubanos. 

Frente a estas contradicciones, el excanciller Jorge Faurie intentó justificar la presencia del PRO en ese evento: “La moda comunicacional indica que hay que ser de izquierda y progresista".

En diálogo con Juan Amorín, dijo que la intención de ellos fue “mostrarnos abiertos, que no somos intolerantes”. 

Y agregó: “Los gobiernos de centro, y centro derecha tiene que estar permanentemente explicando por qué no son A o B”. 

“La moda comunicacional indica que hay que ser de izquierda y progresista. Y bueno, a veces para sobrevivir políticamente se hace un gesto y nada cambia”