La causa iniciada en el 2010 tomó un nuevo giro ya que el juez federal que lleva adelante el caso aceptó a Lidia Papaleo como querellante.

A tres años de que el Estado Nacional denunció penalmente a los dueños de los diarios más importantes del Grupo Clarín, la Justicia se inclinó por escuchar el testimonio de la viuda de David Graiver.

Lidia había sido secuestrada por un grupo del Ejército el 14 de marzo de 1977, para quedar prisionera por seis años en los que tuvo que soportar todo tipo de torturas en manos de un grupo comandado por Ramón Camps.

La mujer denunció tiempo atrás que fue "presionada" en las oficinas de La Nación por el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, y la habría amenazado de muerte: "Firme o le costará la vida de su hija y la suya".

"Sería muy bueno que declare Héctor Magnetto, Ernestina de Noble y la familia Mitre", había explicado Papaleo.

La Justicia analiza ahora la tasación de la empresa Papel Prensa desde sus orígenes, sus balances "históricos" y la evolución del precio de sus acciones para comprobar si hubo "precio vil" en su venta durante la última dictadura cívico militar.