Para la oposición el año de elecciones es temporada de tiro al blanco. Vale dispararle a todos, desde cualquier lado, para hacerle daño al Gobierno. Y si se puede matar dos pájaros de un solo tiro, mejor aún.

Además de las conocidas fake news con noticias inventadas que nunca sucedieron -como la supuesta campaña de vacunación de La Cámpora en la Provincia-, audios de imitadores -como el de un falso aunque bien logrado Alberto que retuiteó Susana Giménez- ahora se le suma una nueva modalidad delictiva en el periodismo de guerra: los textuales que nunca se dijeron.

Por eso Pablo Duggan tuvo que salir a desmentir que lo que dijeron que dijo, no lo dijo.