Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey, Daniel Scioli, Sergio Massa… Ya son legión los precanddidatos presidenciales peronistas –no kirchneristas– que se encuentran haciendo sus armados con la vista puesta en las PASO.

Algunos de ellos quizá no vean la bandera de llegada, o lo hagan dentro de un frente que terminará por dejarlos fuera de carrera tras las Primarias. Mientras tanto, vino a sumarse Juan Schiaretti, que el más serio candidato a la gobernación cordobesa.

No es que él esté haciendo planes, o al menos no se sabe a ciencia cierta que lo haga; pero tiene varios allegados que lo ven como presidenciable, incluso operadores del peronismo federal esperan ver cómo le irá el 12 de mayo para jugar sus cartas.

Ese día serán las elecciones en Córdoba y, si se cumple lo que dicen las encuestas, Schiaretti obtendrá un triunfo histórico en lo que supo ser bastión radical y fue clave para la victoria de Mauricio Macri en 2015.

Una victoria peronista en la provincia mediterránea podría tener dos efectos concretos: catapultar el gobernador electo a una eventual candidatura presidencial y, simultáneamente, dar un golpe quizá mortal a las esperanzas reeleccionistas del Presidente de la Nación.