Desde que se supo que Alberto Fernández había concurrido a la Universidad de Buenos Aires para tomar exámenes pendientes, ya que es docente, la legión de trolls macristas salió en manada a acusar de violar la Constitución Nacional.

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El artículo 92 de la Carta Magna dice, en efecto, que el Presidente no puede ejercer otro empleo remunerado; pero hay excepciones contempladas en el reglamento de la Oficina Anticorrupción sobre incompatibilidades en cargos públicos.

¿Cuáles son las excepciones? “Las más importantes son: la docencia (con particularidades que deben analizarse en cada caso) y actividades relacionadas con el arte de curar: farmacia, odontología, medicina, auxiliares de la medicina y otras”.

En ese sentido se plantea que el funcionario “debe cumplir con las dos funciones en forma íntegra, sin superposición de horarios y disponer del tiempo necesario para trasladarte de uno a otro empleo. Además los horarios de trabajo tienen que ser los oficiales; no podés acordar horarios especiales”.

La ley y la realidad, entonces, vuelven a desbaratar otra operación mediática de los trolls que siguen siendo legión mientras sigan percibiendo el emolumento por parte del macrismo en retirada.