Primero fue Jorge Lanata, el vocero del Grupo Clarín, y después el resto del espectro mediático que defienden los intereses hegemónicos. La operación es clara: impartir miedo. Asustar a la población sosteniendo que, hasta el 2015, la situación va a ser un "caos". Pero no solo eso. También se dirigen a la presidenta exigiéndose un "cambio de actitud".

"De ella depende que sea una transición tranquila o un caos" le dijo Lanata el domingo mirando directamente a cámara. La frase mas que de un periodista, parece provenir de un hombre de poder, que lanza amenazas al partido gobernante.

Otro que no se quedó atrás fue Nelson Castro quien dijo: "Si el gobierno se encierra en esto que ha esbozado la presidenta el domingo pasado la vamos a pasar muy mal. Porque los problemas no van a tener ninguna solución y se van a agravar y lo que vamos a sufrir vamos a ser todos nosotros".

Pero no solo se hizo el futurólogo, describiendo casi el apocalipsis, sino que también se animó a decir que "el gobierno empieza a irse". Según sus recetas, "es importante que cambie de actitud" porque "si persiste en lo que hizo los dos años anteriores la vamos a pasar muy mal".

Ernesto Tenembaum sigue en esa misma línea. Aseguró que el gobierno nacional se va a "chocar contra una pared". Al respecto elaboró una escasa teoría. Para él el gobierno dice "o me hago moco, o la pared cede". "¿Y que esperás para eso? Espero dos años donde el mejor lugar para estar va a ser estar abajo de la cama" se animó a decir.

En lo de Mariano Grondona, como siempre no se mantuvieron al margen de los desacertados pronósticos. El periodista dijo que este es "un escenario de catástrofe dada las características psicológicas de este gobierno".

Y su par, Willy Cohan, aseguró: "Todos los argentinos estamos con los dólares escondidos cada vez con mas temor. En la medida en que la presidenta encuentre algo de confianza va a necesitar un Lopez Rega, y va a empezar a perseguir a los argentinos".

Sin palabras.