El presidente Barack Obama condenó este jueves el tiroteo que le costó la vida a 13 personas en una universidad de Oregón, al noroeste del país. En su discurso denunció que su país “se ha vuelto insensible” ante este tipo de sucesos. Ofreció condolencias a las familias de las víctimas pero indicó que “nuestras oraciones ya no son suficiente”.

“Lo dije hace unos meses y hace unos meses antes de ese momento, nuestros pensamientos y oraciones ya no son suficientes. Una vez más, hay más familias americanas, más padres, más madres y más hijos cuyas vidas han cambiado para siempre”, dijo.

"Las condolencias no son suficiente para mostrar el dolor y la rabia que deberíamos sentir”, sostuvo e invitó a los ciudadanos a reflexionar en cómo conseguir que los políticos impulsen una regulación definitiva que regule la posesión de armas porque nada más “podrá prevenir que esto vuelva a ocurrir la semana que viene o dentro de unos meses”.

Respecto a la cantidad de matanzas que sufre Estados Unidos hace ya muchos años, Obama indicó: "Todos los países del mundo tienen ciudadanos con enfermedades mentales, pero nosotros somos el único que sufre este tipo de tiroteos todos los meses. Esto se ha convertido en una rutina, nos hemos vuelto insensibles”.

“No puede ser que una persona que quiera causar daño a otra lo tenga tan fácil. Espero y rezaré por que no tenga que volver a comparecer aquí para dar mis condolencias a otra familia” dijo.

Además, el jefe de Estado cuestionó las facilidades con las que los estadounidenses consiguen armas de fuego, calificó los tiroteos de evitables y alegó que cualquier reforma todavía permitiría que quienes poseen un arma legalmente puedan seguir cazando o practicando tiro. “Pensar que nuestra Constitución impide que hagamos cualquier mínima reforma no tiene sentido”, dijo.