Roberto Lavagna confirma día a día su candidatura presidencial, al tiempo que se niega a competir en las PASO con cualquier otro precandidato de Alternativa Federal, donde se agrupa el peronismo no kirchnerista. Ya dijo varias veces que no quiere pelear su postulación en Primarias porque se considera a sí mismo el candidato del consenso…

Sin embargo, no es el único en ese espacio político heterogéneo, casi no formalizado aún, con pretensiones presidenciales: Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti desde su resonante victoria en Córdoba y hasta Sergio Massa, entre otros, tienen intenciones de medirse electoralmente a nivel nacional y no aceptan de buenas a primera consensuar al economista.

Encima, legisladores y gobernadores que hasta no hace mucho decían integrar Alternativa Federal hoy no se consideran tan integrados: el anuncio realizado el sábado por Cristina Fernández de Kirchner parece haber puesto en jaque muchas convicciones dentro del justicialismo que no comulgaba con la expresidenta.

Así, sumado al fantasma de la derrota electoral que comienza a recorrer cada célula del macrismo, entre los ‘alternativos’ la cosa no parece estar mejor: pasan los días, pasan las semanas y se sigue desojando la margarita. Lavagna dice ser candidato pero hasta ahora no puede formalizar su candidatura sobre bases político-partidarias sólidas.

“Se acaba el tiempo... Hay que decidir... Hay que plantear una definición respecto al liderazgo”, dijo por radio Mitre el senador Miguel Ángel Pichetto, un convencido acérrimo de que los federales deben presentar un nombre que divida los votos del peronismo y así favorecer un eventual triunfo de Cambiemos.

"El programa lo tenemos, es de centro, moderado; tiene mucho con la visión de Lavagna. Acá lo que falta centralmente es la definición de la candidatura. Sin candidatura no hay proyecto, no hay política. Hay que hacerlo rápido de lo contrario el proceso puede llegar a diluirse", alertó el legislador con un dejo acentuado de desesperación.