Por primera vez en su carrera política la exdiputada Elisa Carrió utilizó la lógica y aseguró que de temas que no conoce prefiere no opinar.

Todos sabemos que no es cierto pero esta vez no se quiso sumar al grito de la derecha que exige la reapertura de las escuelas aún poniendo en peligro de contagio a los chicos y sus familias.

Carrió aseguró que esa decisión tiene que recaer en las autoridades y sorprendió a todos.

Obvio que después volvió a hacer Carrió y despotricó contra la Sputnik bajo el argumento de que se trataba de un negocio entre Cristina, cuando no, y Rusia.