Lo que tiempo atrás era un imposible hoy ya es un escenario a analizar. El crecimiento de Javier Milei lo puso en un lugar expectante y ya nadie se anima a bajarlo de un ballotage de antemano.

El magro desempeño en las elecciones provinciales -con candidatos adquiridos casi en una subasta pública entre sectores de la ultra derecha vernácula- no alcanza a despejar el temor de su ascenso porque parecen fenómenos de distinta índole.

El planteo de Nancy Pazos -que a Pablo Duggan le costaba digerir- es que en caso de que se produzca el batacazo y Milei se quede con la presidencia, habrá que pensar en una nueva forma de hacer política.