"Él puede no haber hecho todo, pero que seguirá haciendo el mal nadie puede negarlo", debería decir el nuevo jingle de Carlos Menem. 

Es que el expresidente, no tuvo suficiente con haber vendido todas las empresas públicas, haber sentado las bases para la flexibilización laboral, haber indultado a los genocidas, ni con haber volado un pueblo entero para traficar armas. No. Ahora también pondrá su granito de arena en el Congreso para que el aborto se mantenga en la clandestinidad. 

En una nota de opinión que el senador justicialista publicó en el diario La Nación, el riojano se manifestó "en la defensa de la vida del ser humano desde el mismo momento de su concepción". De este modo confirmó su voto negativo al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Lo curioso es que en lo que va del 2018, el ex Presidente tiene una inasistencia al Congreso del 85%. Pero eso no le impedirá estar presente este miércoles, cuando la cámara alta ratifique o rechace el proyecto de Ley que busca legalizar el aborto. 

En su nota, el legislador sostiene que su gobierno "fue enérgico en la defensa de la vida del ser humano desde el mismo momento de su concepción" y que esa norma durante la historia "acompañó también el desarrollo y la consolidación del federalismo, y así fue proclamada y garantizada en gran parte de las constituciones provinciales".

"Es la Argentina profunda la que reclama el respeto por la vida de nacidos y no nacidos, que reclama solidaridad y ayuda integral para la mujer embarazada con problemas", recalcó.

Además, afirmó que "por la defensa integral de los derechos humanos, fundamentalmente el de la vida" fue encarcelado por "grupos que, al usurpar el poder del Estado, demostraron su total desprecio por la vida humana", en relación a su detención durante la última dictadura.