Atrás de un sinceramiento sobre la realidad del país y las presiones de un sector del Frente de Todos que se siente decepcionado con Alberto Fernández hay una confesión.

Cuando Carlos Melconian dice que en el oficialismo no se hizo un buen diagnóstico de lo que podía realizar, al mismo tiempo hace un reconocimiento del caos en que la administración de la que fue parte, dejó a la Argentina.

La estrategia es clara: achatar la esperanza de modificar una situación de ajuste y hacer que la sociedad la asuma como algo irreversible.