Carlos Menem fue el que abrió las puertas para que las figuras con algún renombre ocupen cargos electivos. Los casos emblemáticos de Palito Ortega, Daniel Scioli y Carlos Reutemann fueron los que más espacio ocuparon dentro de sus nuevas funciones.

Esa forma de unir la política con las marquesinas es la que ahora utiliza Juntos por el Cambio para atraer a sus listas a figuras que puedan convocar a electores alejados del día a día de los temas que se discuten en ámbitos políticos.

Maximiliano Guerra, quien se destapó como un fervoroso partidario de las ideas liberales y antipopulares, fue tentado por Patricia Bullrich para que integre la lista del PRO en las internas de Juntos por el Cambio.

Pero el exbailarín declinó con una justificación extraña, ya que decidió imitarla para facilitar el armado de las listas.