Carlos Maslatón arrancó su mirada sobre el rumbo del plan económico comprándolo con el que llevó adelante José Alfredo Martínez de Hoz durante la Dictadura, marcando este momento como similar a 1981.

Para el financista no hay ninguna posibilidad de éxito con un dólar pisado y generando inflación en esa moneda, sumado a la destrucción del consumo y la actividad económica generando una recesión brutal.

Al frenazo que se le impuso a la aceleración inflacionaria no se le sumó ninguna otra medida para compensar, lo que para Maslatón terminará estrellando al gobierno.