El camino que quiere transitar el radicalismo es muy estrecho: por un lado pretende diferenciarse de su socio en la coalición opositora reconociendo su responsabilidad en la toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional, por el otro mostrarse dispuesto a no obstruir las negociaciones que lleva adelante el Gobierno, pero todo esto mientras quiere perfilarse como una alternativa opositora.

Mario Negri, hombre acostumbrado a las arduas tratativas en el Congreso hizo malabares en el canal de La Nación para eludir definiciones tajantes y no enojar a sus entrevistadores.