Mauricio Macri acompañado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, volvió a referirse a la 'pesada herencia' para justificar los tarifazos, en su afán por defender su política de constantes aumentos de boletas para los servicios públicos.

El Presidente dijo que el retraso tarifario es "la mentira que hizo más daño" y sostuvo que “los subsidios no son gratis, como nos hicieron creer durante muchos años (…) La energía no es gratis, la energía cuesta porque cuesta producirla, transportarla”, al poner la cuestas del Estado como prioritarias ante las necesidades de la ciudadanía.

“Es mentira que los subsidios no los paga nadie –agregó el mandatario-. Los pagamos todos con más inflación y con deuda. Para pagar la energía tenemos que pedir plata prestada, lo que nos genera una deuda a futuro que van a tener que pagar nuestros hijos y nietos”, lanzó el mandatario sin un mínimo de vergüenza, según reprodujo Página 12.

Mientras la gobernadora bonaerense anunciaba una reducción de los impuestos provinciales de entre el 6 y el 15 por ciento, el discurso prefabricado del Jefe de Estado le pedía al resto de las provincias la eliminación de impuestos locales, quitándose de encima las reponsabilidades que conllevaron los permisos para las contratistas energéticas, que se están llevando más y más ingresos.

“La otra alternativa hubiese sido hacer un shock de ajuste y ese no es el camino que elegimos, elegimos el camino del cambio con gradualismo. Para eso, todos tenemos que hacer un esfuerzo”, invitó el primer mandatario de los argentinos a pasar frío este invierno.