La visita de Mauricio Macri movilizó a los vecinos del municipio de Morón, el martes. Lejos de lo que mostraron los medios hegemónicos, la resistencia popular al ajuste del gobierno de Cambiemos se canalizó en una protesta salarial de empleados judiciales que querían expresarle su malestar al jefe de Estado. Es por ello que el mandatario abandonó el acto central a los pocos minutos. 

Antes, Macri estuvo en una tranquila y aislada recorrida que organizaron sus agentes de prensa. Sin embargo, cuanto más se acercaba al público real, más se sentían los reclamos.

Lo que sucedió el martes en el oeste, fue la antesala de la Plaza vallada de este 25. Cada vez más lejos de la gente, el Presidente dispuso cerrar la Plaza de Mayo durante la jornada donde se celebró el día de la patria. 

En la previa, Morón debería resultar un distrito amigable para el Presidente. Allí gobierna el alcalde amarillo Ramiro Tagliaferro. El intendente es el exmarido de la gobernadora María Eugenia Vidal, también del PRO. El matrimonio mantuvo las apariencia de ser una pareja feliz hasta que pasaron las elecciones. Una vez que triunfaron en sus respectivos cargos, dieron a conocer la separación a comienzos de este año.

Desde luego, no es la situación marital de los mandatarios la que desata la bronca de los vecinos del distrito. La ola de despidos, el posterior veto a la Ley de Emergencia Laboral, la inflación que no cesa y el tarifazo en los servicios, son los que tensan la relación entre el Gobierno y la gente a menos de seis meses de la asunción de autoridades. 

En el oficialismo se esperanzan con que la solución llegue en el ya cercano segundo semestre. Por lo que se desprende de los reclamos, la desconfianza le gana a la esperanza entre la población.