En un encuentro con medios internacionales, el expresidente Lula Da Silva que lidera las encuestas para las elecciones presidenciales de 2018 en Brasil comparó la persecución judicial que enfrenta la exmandataria Cristina Fernández, con las acciones judiciales que persiguen evitar su postulación.

“Creo que hay muchas semejanzas (...) Cristina es víctima de una situación muy semejante a la que está ocurriendo acá en Brasil, y no sólo en Argentina y Brasil, esto está ocurriendo en Honduras… es una cosa muy latinoamericana ese comportamiento de la Justicia y la policía, es algo que merece un estudio", respondió a varios periodistas, incluido el corresponsal de Página 12, Dario Pignotti.

Después de aclarar la diferencia entre la elección de Macri en nuestro país y el golpe de Michel Temer en tierra carioca, Lula explicó su hipótesis sobre los intereses estadounidenses en la región: "Creo que los norteamericanos nunca aceptaron la independencia de América del Sur, el Mercosur, es importante recordar que el Alca fue desmontado en Mar del Plata (Cumbre de las Américas 2005), es importante recordar que creamos Unasur, el Consejo de Defensa de Unasur, la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos), nosotros habíamos avanzado en la construcción de una serie de mecanismos institucionales que fortalecían a América del Sur y esto no es importante para Estados Unidos. Entonces, frente a todo esto digo que no tengo pruebas, pero tengo desconfianza de que alrededor de  todo esto que está ocurriendo haya intereses de afuera”, lanzó.

"Creo que tanto nuestro Ministerio Público como nuestro juez (Sergio Moro) del proceso Lava Jato, están muy subordinados a la Secretaría de Justicia norteamericana. Yo creo hay cosas (relacionadas a la caída Dilma) fuera de las fronteras de Brasil, sobre todo cosas relacionadas con el pre-sal. Yo sé las presiones que sufrimos para impedir que aprobemos la ley de petróleo, yo sé que no agradaba el régimen de Participación (en beneficio de la empresa nacional Petrobras)", explicó sobre sus sospechas puntuales.

El líder del PT espera el fallo del Tribunal Regional Federal Nº 4 de Porto Alegre el próximo 24 de enero, sobre la condena de nueve años y medio de prisión dictada en julio pasado por el juez Moro, cuando determinó que el expresidente recibió sobornos de constructoras como recompensa por obtener contratos con la estatal Petrobras, en el caso conocido como “Petrolao”.

Si se ratifica quedaría impedido de ser candidato presidencial, aunque ya adelantaron que sus abogados apelarán una resolución de esta naturaleza; incluso se prevé una movilización popular masiva para esa fecha, hacia Porto Alegre. 

"El pueblo pobre tiene que volver a la economía, tiene que volver el empleo, tiene que volver el crédito, tiene que volver la inversión del Estado. ¿Eso es posible? Claro que lo es, solo es imposible para el sistema financiero que quiere que el Estado trabaje para él, seamos francos ya es hora de que el sistema financiero aprenda a ganar dinero invirtiendo en la producción, nadie quiere invertir. A los banqueros los traté de la forma civilizada que siempre los traté, y ellos tienen que saber que si soy electo voy a gobernar para que los más pobres tengan más ventajas en sus vidas. Para que los pobres puedan volver a comer pechuga de pollo, que puedan hacer un viajecito en avión, puedan ir al teatro. Nosotros queremos crear un país de oportunidades", prometió sobre lo que será su principal promesa de campaña en caso de lograr la habilitación.