Luis Juez comenzó elogiando a Andrés Gil Dominguez y sacó sus credenciales de abogado penalista y le preguntó si le había pasado de tener un alegato como el que tuvo Cristina Kirchner.

La respuesta fue corta y contundente: es habitual. Y Luis Juez volvió al lugar donde se siente más cómodo: el ridículo.

Para colmo la pregunta le dio pie para introducir el tema de las cuestionables visitas de los camaristas al exPresidente Macri.

Al parecer los 33 años de ejercicio del derecho penal no le han dejado muchos conocimientos a Luis Juez.