Ya es conocida la mirada del periodismo hegemónico sobre las protestas piqueteras y los cortes de calles y rutas, salvo que sean llevados a cabo por agrupaciones del campo, donde cambian totalmente los criterios de análisis.

Pero cuando se trata de las movilizaciones de organizaciones sociales la búsqueda es la de retratarlos como ‘sucios, feos y malos’, y corderitos de una agrupación mafiosa que se aprovecha de ellos.

Esteban Trebucq está empeñado en conseguir un lugar en el Olimpo de los periodistas más odiados y ganarse el cariño de las clases medias clasistas y xenófobas.

Con comentarios como los que hizo durante la nota que el notero de América realizaba en la Plaza de Mayo, lo está consiguiendo.