La semana pasada, como ya informáramos, la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia decidió apartar al polémico magistrado de Esquel, Guido Otranto, al admitir las recusaciones que la familia de Santiago Maldonado había planteada con él.

En su lugar nombró, con dedicación exclusiva para impulsar la investigación sobre la desaparición forzada del joven, al juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, quien esta semana se trasladaría a Esquel.

Así lo planteó el propio magistrado a través del escrito que remitió a la mencionada Cámara Federal, en la que señaló que, a pesar de las dificultades para conseguir alojamiento, se trasladará a la ciudad chubutense "a la mayor brevedad posible para abordar la tarea encomendada".

En la misma nota solicita a la Cámara una serie de materiales y bienes de uso “para abordar la tarea encomendada”, como elementos de oficina, teléfonos celulares y camionetas 4x4.

Lleral solita cinco computadoras de escritorio, tres notebooks, dos impresoras multifunción y un scanner, además de cinco celulares corporativos, una filmadora y un proyector, dos grabadores digitales y útiles de oficina.

También pide tener a disposición dos camionetas 4×4 y la habilitación de ocho cargos creados en el Juzgado para "paliar la orfandad de recursos humanos" que podría sufrir durante su estadía en Esquel.