Es difícil justificar que se haya degradado el Ministerio de Salud a Secretaría, que se hayan dejado vencer vacunas o que no se haya inaugurado ningún hospital. Pero para eso está Hernán Lombardi, para defender lo indefendible.

Con argumentaciones estrafalarias pero muchas veces efectistas y respondiendo fielmente al pensar de su electorado mezcla mentiras con verdades para responder sobre los errores y decisiones de la gestión anterior.

Pero a un viejo lobo de mar como Mauro Viale no se lo lleva tan fácil al agua, y no sólo no la dejó pasar sino que hasta lo acusó de mentir.