El miércoles y ante la masiva oposición popular a la reforma previsional que el oficialismo buscaba convertir en ley este jueves, con una sesión en Diputados, los triunviros cegetistas convocaban a un paro nacional… para el viernes.

La fecha –un día después de que se tratase el proyecto– denotaba cierta falta de voluntad para combatir el ajuste; más bien, se trataba de una convocatoria demagógica que buscaba servir de válvula de escape al descontento de las bases gremiales.

Dicho y hecho: el oficialismo levantó la sesión de este jueves y a pesar de que promete tratar el ajuste previsional en las próximas horas, quizá el lunes, la CGT se apuró a levantar su paro para el viernes… a pesar de la brutal represión que se desarrolla en los alrededores del Congreso.

Según se anunció, mantiene la protesta "expectante" ante la posibilidad de que se vuelva a intentar tratar el proyecto "en los términos del Gobierno".

Es decir, volvería a convocar a un paro, pero casi con seguridad para el día siguiente al que eventualmente se pretenda tratar nuevamente el ajuste previsional.