El archivo resulta demoledor, justo el día después de que Macri hiciera agua en una simple pregunta de Mirtha Legrand: la conductora le tomó prueba al Presidente y lejos de aprobar, pasó vergüenza por su ignorancia.

Corría 2003 cuando Néstor Kirchner y Cristina Fernández almorzaron con la diva, ni hablar de la situación que se vivía entonces, con protestas callejeras por doquier y sin protocolos violentos que aplicar. 

Aquella vez, el entonces mandatario no cayó en la acusación de la representante de los intereses más concentrados, las quejas de los adinerados que sufrían cortes de calle. "No hay que enfrentar argentinos con argentinos. Y la Constitución hay que leerla completa", le retrucó a Mirtha que se apoyaba en la burda estrategia.