Más allá del presupuesto previsto para la agencia, la AFI tenía poder para sobregirar por mas de 1000 millones, más de 200 autos de alta gama, la venta de al menos dos edificios vendidos y ese dinero desaparecido, el pago por parte de la CIA de unos 15 mil dólares mensuales entre las irregularidades que Gustavo Arribas debería explicar ante la justicia.