Según Horacio Rodríguez Larreta el chats que se “filtraron” y terminaron con un extraño pedido de “licencia” por parte del ministro de Seguridad y Justicia, Marcelo D'Alessandro son fruto del espionaje ilegal.

Esto en realidad contradice al propio D'Alessandro que había dicho que le habían robado el teléfono y que el contenido de esos chats era directamente falso.

Al parecer saben que no pueden probar que no fueran reales y entonces apuntan a desacreditar su contenido por el modo en el que fueron conseguidos.

Lo que Larreta no puede saber es quién realizó ese espionaje ilegal pero todo indica que fue unacuestión interna y una devolución de favores por la cabeza de Gerardo Milman.

Párrafo aparte merece el lugar elegido por Larreta para hablar de un tema eminentemente político. Lo hizo en una escuela y en pleno enero.