No hay que ser un entendido en economía ni un político avezado para comprender que la discusión interna dentro del Frente de Todos se dio por el reclamo del kirchnerismo de favorecer a los sectores de menores recursos, y que entiende que es absolutamente necesario mejorarle las condiciones de vida a esos millones de personas que viven bajo la línea de pobreza.

A esas medidas muchas veces se las sintetiza con la frase 'poner plata en la calle', para diferenciarla con decisiones que afectan a la macroeconomía o destinadas a sectores específicos como el campo o los empresarios.

Pero Jorge Lanata usó toda su malicia para convertirla en otra cosa, en algo peor y escandaloso, como es la compra de votos, y esa fue la denominación que le dio para empatizar con el odio al peronismo de su audiencia.