Desde la oposición y los sectores más reaccionarios del país se dijo durante la semana que el gobierno había destinado 70 mil dosis a los piqueteros demostrando cierta ignorancia.

Lo acordado entre el gobierno y los movimientos sociales fue ni más ni menos que reconocer a los empleados y voluntarios de los comedores comunitarios como personas esencial ya que alimentan a cerca de 2 millones de personas a diario.

Como trabajadores esenciales que son se los debe poner más arriba en la lista para ser vacunados ya que de su salud depende de que miles y miles de argentinos tengan un plato de comida en su mesa.