Mostrar transparencia es la tarea, y la forma con la que Mauricio Macri quiere esconder su patrimonio es resultado de una maniobra jurídica que le permite administrar sus bienes usando como fachada, la titularidad de un funcionario público. Sin embargo, la idea de fideicomiso "ciego" implica que su titular no esté relacionado con quienes manejan su fortuna, sobre todo para garantizar que el poder que le da su puesto de ejecutivo en el estado, no signifique un beneficio patrimonial.

A través de una empresa conformada por el actual escribano general de la Nación, Carlos Marcelo D'Alessio (quien fue designado en ese cargo por el propio Macri ni bien asumió su presidencia, desplazando a Natalio Echegaray que renunció tras 30 años de servicio por el cambio de gobierno) el mandatario tiene a un hombre de su confianza resguardando su patrimonio, durante su mandato presidencial.

La información que publicó el diario El Cronista Comercial asegura que el jefe de estado cedió el manejo de las acciones de la empresa Seguridad Fiduciaria SA: esa empresa fue constituida en 2001 por D'Alessio, en cuyo contrato se establece que "el Fiduciante (Macri) desea evitar conflictos de intereses y otorgarle transparencia a la administración de su patrimonio" con este instrumento durante su presidencia.

En el texto queda firmado que Macri se compromete a abstenerse "de comunicarse directa o indirectamente" con la empresa y que no podrá "discutir, intercambiar o difundir toda información relativa" al mismo. Sin embargo, la persona elegida por el líder del Pro responde directamente en su función oficial a Presidencia.

La maniobra le permite a Macri ceder a Seguridad Fiduciaria SA la administración de las acciones de las empresas "4 Leguas S.A.", "Agropecuaria del Guayquirao S.A.", "Molino Arrocero S.A." y "María Amina S.A", como así también su participación del fideicomiso "Inmobiliario Caminito".