Eduardo se lanzó, y una vez que arrancó ya no pudo parar. Amparándose en un supuesto estudio de focus group -que nunca citó ni dijo quien lo había encargado o realizado- desandó un camino que conduce a que tanto los kirchneristas como los libertarios son personas que no quieren al país y están dispuestos a hacer cualquier cosa por perjudicar a Mauricio Macri y a Juntos por el Cambio.

Y eso incluye la posibilidad de votarse entre sí, en el caso de que tanto el Frente de Todos como La Libertad Avanza, llegaran a una eventual segunda ronda contra el colectivo cambiemita.

El análisis es tan burdo y malintencionado que parece mentira que se haya animado a tirarlo en vivo, pero para quien se ha incinerado tanto en público, que mal le hace quemarse un poco más.