Jonatan Viale se aleja cada vez más de la figura del periodista que intenta vender. Pero esta vez cruzó un límite importante.

Primero desacreditando a periodistas independientes diciendo que "se presentan como periodistas pero no lo son" y remató diciendo que condenaba la violencia pero que entendía que había un hartazgo.

Ojalá no le toque a él el hartazgo de esa parte de la sociedad que define sus diferencias con violencia física.