La investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein comenzó a dar señas de vida. La revelación de un dato hasta ahora desconocido le pone un condimento más de sospechas a la causa que intenta determinar cómo y por qué murió Alberto Nisman.

La diputada Laura Alonso del PRO declaró en febrero pasado que, junto con sus compañeros de espacio Patricia Bullrich, Federico Pinedo y Cornelia Schmitd Lierman, más el aporte telefónico del diputado radical Mario Negri, habían resuelto que Nisman no iba a exponer ante el Congreso.

Mientras los custodios y su madre, Sara Garfunkel, intentaban abrir las puertas del departamentode Nisman, porque desde el mediodía nadie respondía a los llamados, los diputados cerraban la estrategia para el día siguiente.

"En esa reunión se evaluó el clima de violencia verbal que se había generado en esos días por parte de voceros del oficialismo y decidimos que dado que la reserva no estaba garantizada para la reunión del día siguiente en la comisión de Legislación Penal, el fiscal no se presentaría ante la comisión", relató Alonso.

El fiscal "permanecería en alguna sala u oficina y no se lo invitaría a exponer, dado que las condiciones solicitadas por el fiscal no estaban dadas", declaró Alonso.

El acuerdo entre los miembros de la comisión de Legislación Penal buscaba se dio a causa de la incongruencia, entre el carácter "secreto" que pretendía Nisman para su declaración, y la pretensión de que fuese una exposición "pública".

Bullrich nunca llegó a avisarle al fiscal, puesto que su intención era informarle el mismo lunes 19 para cuando fue citado "por la mañana", según admitió la diputada en su declaratoria.

Laura Alonso contó que fue Patricia Bullrich quien le pidió a Nisman que adelantara su presencia, aunque el fiscal pidió postergarlo. Según la diputada de PRO, su colega "lo llamó y él le dijo que no tenía ningún inconveniente pero prefería que fuera el martes para prepararse durante el fin de semana. Bullrich le dijo que prefería que fuera el lunes, y acordaron el lunes 19 a las 15".

Además, la legisladora Alonso ratificó que Nisman estaba preocupado porque suponía que lo iban a remover de la investigación por el atentado contra la mutual judía: "Me dijo que tenía información fidedigna que lo iban a apartar de la UFI AMIA porque el gobierno sabía que él estaba trabajando en la denuncia de encubrimiento", declaró.

La relación entre el fiscal y alonso comenzaron en 2014: Nisman la llamó para agradecerle una columna de opinión en contra del Memorando con Irán, publicada en el diario La Nación. Coincidieron el 27 de mayo de 2014 en una actividad de la Embajada de Israel en el hotel Panamericano, y al día siguiente se reunieron en el hotel Intercontinental: "No había por parte de Nisman un interés en el encuentro conmigo sólo por las aludidas publicaciones y mi posición respecto del Memorando, sino porque también soy vicepresidente de la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados".

"Yo le pedí que no me diera mayores detalles y que sólo respondiera por sí o por no a la siguiente pregunta: ¿si vos finalizás esta investigación y presentás la denuncia voy a tener que pedirle el juicio político a la presidenta?". Alonso dijo que Nisman "contestó", pero no especificó cuál fue la respuesta.

Junta médica: conclusiones para la semana próxima

La fiscal Viviana Fein tiene previsto tomar contacto con las conclusiones de la junta médica que analizó cómo murió Alberto Nisman, a principios de la semana próxima. De todas formas, ya trascendieron coincidencias y disidencias entre los peritos oficiales y los de las partes.

Las primeras disidencias y coincidencias ya trascendieron, aunque resta conocerse el peritaje criminológico, que se demorará aún una semana más.

Quedó claro que, tal como afirmaron los peritos de la querellante, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, no hubo espasmo cadavérico. Y sí hubo agonía. Corta, según consideran los expertos oficiales y el de la defensa del empleado informático Diego Lagomarsino; larga, según los querellantes.

Ese dato es el que alentó especulaciones sobre el eventual descarte de un suicidio. Sin embargo, hasta ahora nada pone a una segunda persona en la escena de la muerte de Nisman.

El cuerpo de Nisman, efectivamente, tenía un golpe en la cabeza y otro en una pierna. Pero según la opinión mayoritaria de los facultativos que intervienen en la junta médica, no se trata de lesiones defensivas sino de golpes que pudieron producirse con la caída posterior al disparo.

En cuanto al peritaje criminalístico, los expertos no hallaron cuerpos interpuestos entre Nisman y las manchas de sangre que causó el disparo que terminó con su vida. Y creen que la puerta del baño estaba cerrada por la forma en que quedaron impregnadas las manchas hemáticas allí. Pero el trabajo todavía no está completo.

Ayer trascendió que surgió una complicación en el peritaje tecnológico. La jueza Fabiana Palmaghini liberó la totalidad del contenido de las computadoras y los teléfonos celulares, y los técnicos comenzaron a analizar los aparatos. Pero, a poco de avanzar, encontraron que en una computadora de uso personal de Nisman hay un virus de los denominados "troyanos". Y que a partir de su existencia fue factible la manipulación e incluso el borrado de archivos. ¿Ocurrió eso? Nada puede descartarse. Ni siquiera que hubiera habido una activación local de esa computadora el domingo 18 de enero por la noche, cuando Nisman ya estaba muerto.