El Tribunal Supremo de Italia confirmó este jueves la condena a cuatro años de prisión al ex primer ministro Silvio Berlusconi por fraude fiscal, pero decidió que la Corte de Apelaciones de Milán deberá calcular nuevamente la pena de cinco años de inhabilitación.

La decisión del Tribunal da un respiro a Berlusconi y a la coalición de gobierno italiana, ante las consecuencias que podría haber tenido la salida de la vida pública del líder de uno de los partidos que la apoya.

En mayo había sido condenado a cuatro de cárcel, pero los períodos dilatorios de la justicia, favorecen ahora a Il Cavalieri.

El caso juzga la compraventa de derechos de transmisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte de Mediaset -el grupo audiovisual de Berlusconi- entre 1994 y 1999 con un supuesto aumento artificial del precio de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.

Italia, y no solo su clase política, tenían este jueves todas sus miradas centradas en la sede del Tribunal Supremo en Roma, por las consecuencias que la decisión de los jueces podía tener para el futuro del Gobierno de Enrico Letta, lo que ha generado también mucho interés en el extranjero.

Berlusconi recibió la noticia de la confirmación de la condena en su residencia romana, el Palacio Grazioli, en compañía, entre otros, de su hija primogénita, Marina, y de su actual pareja, Francesca Pascale, y no se descarta que pueda comparecer ante los medios.